Tomares vivirá una gran noche de humor con uno de los grandes fenómenos mediáticos de los últimos años, El Comandante Lara, que llenará de risas los Jardines del Conde del Ayuntamiento, el viernes, 17 de septiembre, a partir de las 20:30 horas. Un gran espectáculo con uno de los cómicos españoles más apreciados del momento con el que el público no parará de reír ni un solo segundo. Últimas entradas a la venta en la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Tomares, de 9 a 14 horas, al precio de 18 euros, y en www.entradas.com

Luis Lara, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), creador del conocido “Curso Dandalú”, que tras más de diez años sigue despertando las risas de sus seguidores, contagiará a todos con su buen humor directo y arriesgado, provocando hora y media de carcajadas sin parar. Un gran evento para desconectar y acudir con los amigos.

Seis conciertos y un show cómico

Será una de las grandes actuaciones que ha organizado el Ayuntamiento de Tomares para dar la bienvenida a septiembre, que también traerá hasta la localidad seis grandes conciertos dentro de una gran programación cultural de conciertos al aire libre y con todas las medidas de distanciamiento y seguridad anti-Covid, con la que el Ayuntamiento, en su apuesta por una cultura segura, pretende ir retornando progresivamente a la normalidad, mover la economía y seguir ofreciendo alternativas de ocio y diversión a los vecinos.

Una gran programación que comenzará el próximo viernes 3 de septiembre, con Morat y Fran Cortés “Chiquetete”, le seguirá Loquillo y Johnny Burning el sábado 4; a continuación, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) que ofrecerá una gran Gala Lírica el jueves 9 de septiembre y una Gala Española el jueves, 16 de septiembre; para finalizar el viernes 17 con el humor del Comandante Lara. Actuaciones que se han programado como alternativa de ocio a la Feria de Tomares que este año, siguiendo las recomendaciones sanitarias de la Junta, desgraciadamente tampoco podrá realizarse del 1 al 5 de septiembre, como venía siendo la tradición, por la actual situación epidemiológica al ser prácticamente imposible garantizar la distancia de seguridad en espacios tan reducidos como las casetas.