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PEDRO GUERRA EMOCIONA AL PÚBLICO DE TOMARES TRAS VEINTICINCO AÑOS DE CARRERA

PEDRO GUERRA EMOCIONA AL PÚBLICO DE TOMARES TRAS VEINTICINCO AÑOS DE CARRERA

El cantautor canario recordó anoche ante sus incondicionales las canciones de ‘Golosinas’, el disco ya mítico con el que irrumpió en el panorama musical

El cantautor sale al escenario entre aplausos. Ni alto ni guapo ni con gran porte. Solo él con su guitarra y sus gafas, cabellos ya plateados, ante un público listo para un viaje a otro tiempo, aquel en el que todo estaba aún por hacer, en el que todo parecía posible. Y los primeros versos del cantautor confirman desde el principio que está apunto de oficiarse la ceremonia de la nostalgia: Un día estas cosas son cosas pasadas,/ llenando la memoria como cajas.

Así arrancó el concierto de la noche de este viernes de Pedro Guerra en el Auditorio ‘Rafael de León’ de Tomares. El recital forma parte de la gira con la que el compositor canario celebra el vigésimo quinto aniversario de la grabación de su álbum ‘Golosinas’, ese disco superventas contra pronóstico con el que irrumpió en la escena musical española para devolver al primer plano a los cantautores tras la dura década que fue para ellos la de los 80, un tiempo tan divertido como vacuo en lo musical.

Pedro Guerra fue desgranando en Tomares una a una las diecisiete canciones de ‘Golosinas’, un puñado de piezas sencillas y delicadas en las que es fácil identificar la influencia de Silvio Rodríguez, de Pablo Milanés, de Mercedes Sosa, de Atahualpa Yupanqui y de Caetano Veloso, los maestros latinoamericanos que impulsaron a aquel niño introvertido de Güímar, en Tenerife, a componer primero y a cantar luego sus canciones ante el público, para pronto descubrir, como confiesa en ‘Biografía’, que esa profesión le quedaba bien, tal vez por ayudarle a sentirse menos raro.

Y llegó esa canción titulada ‘Las gafas de Lennon’, en la que recordó con los coros del público aquellos tiempos en los que era posible parar guerras con flores. Y se sucedieron piezas tan conmovedoras como ‘El marido de la peluquera’ y tan tiernas como ‘Dos mil recuerdos’, en la que recupera retazos de su infancia con sabor a caramelo bazooka. El ambiente fue animándose y, ya con bajo eléctrico y batería en el escenario, llegó ‘Contamíname’, esa canción cuya letra sonó antes de publicarse en ‘Golosinas’ a través de las voces de Víctor Manuel y de Ana Belén y que tanto ayudó en sus inicios a Pedro Guerra.

Fueron casi dos horas de concierto en el auditorio de Tomares. En el patio de butacas, un público compuesto por incondicionales que superaban en su mayoría los cuarenta y que cantaban en voz baja cada una de las canciones de ‘Golosinas’, pensando, tal vez, que veinticinco años no son nada aunque el universo entero quepa en esos cinco lustros.

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